Para las pequeñas y medianas empresas (pymes), implementar un sistema de denuncia de irregularidades puede parecer una tarea compleja o innecesaria, pero, según el Decreto Legislativo 24/2023 de Italia, se ha convertido en una obligación legal para las empresas con 50 o más empleados. Más allá del cumplimiento normativo, crear un canal de denuncia interno sencillo y fiable ofrece beneficios reales, como la identificación temprana de problemas internos, la prevención de daños a la reputación y el fomento de una cultura de trabajo ética. Las pymes no necesitan grandes equipos legales ni una infraestructura costosa para cumplir con los requisitos; de hecho, las plataformas digitales modernas facilitan la activación de herramientas de denuncia seguras, anónimas y conformes con el RGPD sin grandes inversiones. Los pasos clave consisten en elegir una plataforma fiable, designar a una persona o equipo imparcial para gestionar las denuncias, definir procedimientos claros e informar al personal mediante una comunicación sencilla y accesible. También es importante establecer plazos de respuesta realistas y mantener registros conformes con la normativa de protección de datos. Al adoptar un enfoque práctico y eficiente que se adapte a su estructura y recursos, las pymes pueden cumplir con las obligaciones legales y, al mismo tiempo, crear un entorno más seguro y transparente para sus empleados. Un sistema de denuncia de irregularidades no solo cumple un requisito reglamentario, sino que ofrece a las PYMES una forma de detectar riesgos de forma temprana, resolver problemas internamente y construir una cultura basada en la responsabilidad y la confianza.