En los diversos e interconectados entornos laborales actuales, ofrecer canales de denuncia multilingües ya no es una cortesía, sino una necesidad. Los empleados y colaboradores deben poder denunciar conductas indebidas o infracciones en el idioma con el que se sientan más cómodos, especialmente cuando se tratan asuntos delicados como acoso, fraude o incumplimientos normativos. Las barreras lingüísticas pueden disuadir a las personas de denunciar, generar malentendidos o generar informes incompletos o inexactos que dificultan las investigaciones internas. Al proporcionar acceso a plataformas de denuncia en varios idiomas, las empresas demuestran respeto por la diversidad lingüística, fomentan la inclusión y reducen el riesgo de incumplimiento normativo en sus equipos internacionales. Esto es especialmente importante para las organizaciones que operan en varios países de la UE, donde los denunciantes gozan de protección legal en virtud de las implementaciones nacionales de la Directiva 2019/1937 de la UE. Un sistema multilingüe no solo mejora la accesibilidad, sino que también facilita la defensa legal al reducir la ambigüedad en la denuncia y la comunicación posterior. En última instancia, las herramientas sensibles al lenguaje ayudan a generar confianza, mejorar las tasas de denuncia y crear una cultura laboral donde los empleados de todas las regiones se sientan escuchados y protegidos, independientemente de dónde se encuentren o qué idioma hablen.